Víctimas de Uruguay

María Claudia García Iruretagoyena, Marcelo Gelman, Nora Eva Gelman y Luis Edgardo Peredo

Descripción del caso

Señores jueces: vamos a tratar ahora lo ocurrido a María Claudia García Iruretagoyena, Marcelo Gelman, Nora Eva Gelman y Luis Edgardo Peredo.

María Claudia García Iruretagoyena y Marcelo Ariel Gelman eran argentinos, se casaron en julio de 1976 y al momento del secuestro, ella estaba embarazada de siete meses. Ambos participaron políticamente en la Unión de Estudiantes Secundarios (UES).

Debido a la actividad política que realizaban, fueron perseguidos por las fuerzas represivas. El 19 de agosto de 1976, luego del secuestro de Carolina Segal y Néstor Rovegno, comenzó una sucesión de secuestros que involucró al grupo de estudiantes del Colegio Nacional de Buenos Aires e integrantes de la UES. Al día siguiente, el 20 de agosto de 1976, se llevaron a Guillermo Binstock, uno de los mejores amigos de Marcelo Gelman. Los tres fueron llevados al CCD Automotores Orletti, donde, como ya vimos, en ese momento actuaba el grupo a cargo de Aníbal Gordon, junto con el grupo de militares uruguayos que comandaba José Nino Gavazzo, y entre quienes se encontraba el imputado Cordero.

Cuatro días más tarde, el 24 de agosto de 1976 a la una de la mañana, un grupo de personas vestidas con uniforme de fajina o de policía, ingresaron violentamente al domicilio de Berta Schubaroff y Nora Eva Gelman, madre y hermana de Marcelo, ubicado en la calle Medrano 1015, 2° piso “D” de la Capital Federal. Durante el operativo, los agentes interrogaron a Berta sobre el domicilio de su hijo, y frente a la negativa, encerraron a Nora en una habitación y la golpearon en la cara con la culata del arma hasta que, rendida, dijo que su hermano vivía en la calle Gorriti 3868, a solo dos cuadras de allí.

Del lugar se sustrajeron varios objetos de valor, y se llevaron secuestrados a Nora Gelman y a Luis Edgardo Peredo, que era un amigo de Nora que se encontraba circunstancialmente en el domicilio.

Minutos más tarde llegaron al domicilio de la calle Gorriti 3868, donde secuestraron a María Claudia García Iruretagoyena y a Marcelo Gelman.

Tanto ese domicilio como el de Nora Gelman y su madre, estaban ubicados en la jurisdicción de la Zona I, Subzona Capital Federal, entonces a cargo de Jorge Olivera Róvere; concretamente, dentro del Área II, cuya sede era el Regimiento de Infantería I Patricios. En ese momento, el Jefe del Regimiento era Humberto José Ramón Lobaiza y el segundo Jefe era Felipe Jorge Alespeiti.

Las cuatro personas secuestradas esa noche, Nora Gelman, Luis Peredo, Marcelo Gelman y María Claudia García Iruretagoyena, fueron trasladadas al CCD “Automotores Orletti”, donde fueron sometidas a condiciones inhumanas de detención y a torturas. Marcelo Gelman y Luis Peredo fueron golpeados brutalmente, practicaron con ambos el submarino, y les aplicaron electricidad sobre el cuerpo mediante el uso de picana eléctrica. Durante un período los dejaron a todos juntos en una habitación, pero luego fueron separados.

Transcurridos cuatro días, Nora Gelman y Luis Peredo fueron liberados.

Marcelo Gelman fue asesinado el 9 de octubre de ese mismo año. De acuerdo a lo que se acreditó en la causa n° 4439/89, su muerte fue provocada por “un proyectil de arma de fuego disparada a corta distancia (menos de 50 cm), aunque no de contacto, ya que no se constató signo de Benassi”, lo que resultaba consistente con un homicidio. Su cadáver fue escondido dentro de un tanque que apareció el 14 de octubre de 1976 en el canal de San Fernando, provincia de Buenos Aires. Sus restos fueron exhumados e identificados por el Equipo Argentino de Antropología Forense años más tarde.

Por su parte, María Claudia García Iruretagoyena fue mantenida en cautiverio en Orletti hasta que fue trasladada clandestinamente a la República Oriental del Uruguay, donde permaneció cautiva en el centro clandestino ubicado en Bulevar Artigas y Palmar, sede del SID. Recordemos que en ese CCD uruguayo, Manuel Cordero fue visto por los sobrevivientes que también estaban prisioneros allí, luego de ser también trasladados desde Orletti.

Entre los últimos días de octubre y los primeros días de noviembre la llevaron al Hospital Central de las Fuerzas Armadas en Montevideo para dar a luz a su hija Macarena, luego de lo cual ambas fueron nuevamente trasladadas al CCD, donde permanecieron juntas por un corto período, hasta que decidieron separarlas. Así, María Macarena Gelman fue entregada al Comisario uruguayo Ángel Julián Tauriño Rodríguez y a su mujer, Esmeralda Vivian de Tauriño, quienes la criaron como hija propia, hasta que el 5 de julio de 2000 recuperó su identidad. Desde entonces, María Claudia García Iruretagoyena permanece desaparecida.

Luego del secuestro, las familias comenzaron la búsqueda de sus hijos, y es así que Berta Schubaroff y María Eugenia Casinelli, recorrieron comisarías, presentaron Habeas Corpus, recurrieron a diferentes autoridades eclesiásticas, publicaron solicitadas en los diarios, y hasta solicitaron una audiencia con el entonces Ministro del Interior, Albano Harguindeguy, quien nunca las recibió. Es así que el Estado argentino les negó cualquier información sobre el paradero de su familia, ocultando lo ocurrido.

Durante años, las familias continuaron la búsqueda de su nieta: Berta Schubaroff lo hizo desde el espacio de Abuelas de Plaza de Mayo, mientras que Juan Gelman y su esposa, Mara La Madrid, realizaron incontables gestiones, aprovechando el nombre conocido del poeta, acudiendo a personalidades del mundo de la cultura. Como ya dijimos, recién en el año 2000, Macarena Gelman recuperó su identidad, y a partir de ese momento se sumó a la búsqueda de la familia por encontrar a su madre.

Es así que junto a su abuelo Juan Gelman, llevó el reclamo a la Corte Internacional de Derechos Humanos con el fin de que la República Oriental del Uruguay iniciara una investigación que permitiera determinar lo ocurrido con ella. El 24 de febrero 2011, la Corte Internacional de Derechos Humanos condenó al Estado uruguayo, entre otras sanciones, a iniciar una investigación judicial sobre los hechos que perjudicaron a su madre a fin de lograr su esclarecimiento, a realizar las tareas tendientes a lograr la localización de María Claudia García Iruretagoyena o de sus restos mortales para entregarlos a sus familiares; y a realizar un acto público de reconocimiento de responsabilidad internacional por tales acontecimientos. Si bien este acto efectivamente se realizó en la ciudad de Montevideo, hasta el momento, no se ha podido determinar el destino que los captores de María Claudia le dieron a sus restos.

A partir de lo que hemos relatado y de las características que presentan los hechos, podemos concluir que el traslado clandestino de María Claudia García Iruretagoyena, su cautiverio y desaparición en Uruguay, así como la apropiación de su hija nacida en cautiverio por parte de un integrante de la policía uruguaya, constituyen hechos ejecutados en el marco de la Operación Cóndor.

Es posible que sus victimarios hayan considerado que el nacimiento de su hija en otro país fuera una manera de garantizar la impunidad de estos hechos, como ocurrió en otros casos que hemos visto a lo largo de este debate. Pero en cualquier caso, es innegable que ese traslado se encuentra vinculado a la estrecha coordinación represiva que en ese período existió entre el grupo argentino y el uruguayo que actuaba en Orletti, en el marco de la asociación ilícita Cóndor.

 

Prueba

Los hechos descriptos se sustentan en los siguientes elementos de prueba:

En principio, debemos citar las declaraciones testimoniales de Macarena Gelman, quien contó en este debate lo que pudo reconstruir de la vida de sus padres, a través de lo que le contaron sus amigos y familiares. Por ejemplo, que su padre iba al Colegio Nacional de Buenos Aires y que con su madre se conocieron en el espacio político que compartían, y que se casaron en 1976. Agregó que su padre integraba la UES, lo que también surge de los dichos de José Luis Bertazzo en su declaración incorporada, quien lo supo a través del propio Marcelo Gelman, con quien compartió cautiverio en Automotores Orletti.

En cuanto a las circunstancias previas al secuestro, ella se enteró que sus padres sabían que estaban en peligro y que habían tomado ciertas precauciones, ya que muy pocos días antes habían secuestrado a Guillermo Binstock y a Carolina Segal.

Sobre la noche del secuestro, se incorporaron al debate las declaraciones testimoniales de Berta Schubaroff y de Juan Gelman, quienes relataron los hechos tal como los hemos referido. Berta Schubaroff, refirió que los hombres que entraron a su casa estaban armados y vestidos de uniforme (no recordó si policía o fajina) que comenzaron a preguntarle por su hijo Marcelo, y al no recibir respuesta, tomaron a su hija Nora y la encerraron en una habitación donde la golpearon hasta que dijo donde vivía su hermano. Recordó que se llevaron de la casa a Nora y a su amigo Peredo, y que ella salió tras ellos, pero cuando llegó a la casa de Marcelo y María Claudia, ya se habían llevado a los cuatro. Unos vecinos le dijeron que se los habían llevado en una camioneta.

También se explayó al respecto Alejandro Casinelli en su declaración en el juicio por el Plan Sistemático de apropiación de niños, donde expresó haber tomado conocimiento del secuestro a partir del relato de su madre; y  Macarena Gelman reprodujo los hechos en forma similar, a partir de lo que pudo reconstruir a través de sus familiares.

Se encuentra incorporada también la declaración efectuada por Nora Gelman en la causa Rodríguez Larreta. En esa oportunidad explicó que para la época del secuestro vivía con su madre, en la calle Medrano al 1015, que no recuerda la fecha exacta, pero sí que estaba en el vestíbulo del edificio despidiendo a su novio, cuando ingresaron cuatro personas, que le preguntaron su nombre y apellido, y al responder, manifestaron “es esta”. Amenazada con un arma, la obligaron a subir hasta la casa de su madre, donde fue interrogada mientras la golpeaban con puños y con la culata de un arma. De allí, fue traslada junto a su novio, hasta la casa de su hermano en la calle Gorriti 3868.

Recordó que ella permaneció en un jeep, mientras secuestraban a su hermano y su cuñada, y que todos fueron llevados al CCD, donde pudo escuchar las torturas que sufrieron su novio y su hermano. Su novio le contó que tanto a él como a su hermano los colgaron y los sumergieron en agua haciéndoles el submarino; y que también les aplicaron corriente eléctrica sobre el cuerpo.

Por otro lado, contó que al cuarto día de permanecer en Orletti fue liberada con Peredo, lo que coincide con los dichos de su madre Berta Schubaroff, quien agregó que luego de eso, Peredo permaneció unos días en su casa porque estaba muy lastimado y con media cara cubierta de hematomas.

Por su parte, José Luis Bertazzo se explayó sobre el cautiverio en el CCD “Automotores Orletti” y las condiciones inhumanas de detención y torturas a las que fueron sometidos Marcelo Gelman y María Claudia García Iruretagoyena, con quienes compartió esos días. Recordó que en un comienzo mantuvieron juntos a la pareja, pero que al poco tiempo los separaron, motivo por el cual Marcelo Gelman se angustió mucho. Refirió que al igual que a él, lo golpearon, lo sometieron a submarino, y le aplicaron picana. En cuanto a María Claudia Iruretagoyena, señaló que le parecía que no le habían aplicado estos mismos métodos de tortura, aunque se encontraba alojada en iguales condiciones que ellos.

Sobre el destino de Marcelo Gelman, José Luis Bertazzo recordó que, aproximadamente, para mediados de septiembre, fue trasladado con destino desconocido. Y sobre María Claudia Iruretagoyena, dijo que la vio por última vez en el CCD el 6 o el 7 de octubre de 1976.

Sobre el destino final de Marcelo Gelman contamos con la causa n° 29.696 del registro del Juzgado Federal de Primera Instancia n° 1 de San Martín, Provincia de Buenos Aires, caratulada “Prefectura San Fernando s/ denuncia hallazgo 6 cadáveres N.N. masculino, y 2 cadáveres N.N. femenino”.

La causa se inició el 14 de octubre de 1976, a través del sumario n° 68/76 de la Prefectura Naval Argentina, en relación al hallazgo de ocho (8) tambores de 200 litros, extraídos del canal de San Fernando, Provincia de Buenos Aires, que contenían los cuerpos sin vida de seis (6) personas “N.N.” de sexo masculino y dos (2) “N.N.” del femenino. Los restos fueron inhumados en el cementerio de San Fernando, concretamente en los lotes 73 y 75. A su vez, se estableció como fecha de deceso de los cadáveres hallados, aproximadamente, el 9 de octubre de 1976.

Sobre el proceso de identificación de los restos de Marcelo Gelman, se encuentra incorporada a este debate tanto la causa n° 4.439/89 caratulada “Guarino, Mirta Liliana s/denuncia” del registro del Juzgado Federal en lo Criminal y Correccional n° 1 de San Isidro, como la declaración testimonial que prestó el perito Luis Fondebrider en el juicio de la causa n° 1627[1]. En el citado expediente se encuentra el informe elaborado por el EAAF a partir del hallazgo del cuerpo.

De las diversas lesiones observadas, citaré sólo algunas, además de sus conclusiones:

“Las lesiones descriptas son compatibles con el paso de un proyectil de arma de fuego que ingresara de atrás hacia adelante, levemente de izquierda a derecha y horizontalmente entre el atlas y el axis, interesando la totalidad del arco anterior de dicho hueso y la apófisis odontoides del axis.

El maxilar derecho y el palatino homolateral, como asimismo porciones del esfenoides y huesos de la nariz homolaterales, se hallan afectados por un extenso desprendimiento óseo.

Esta extensa destrucción de la cara y techo de la boca posee características que la hacen complementaria de las lesiones descriptas a nivel de atlas, axis, foramen magnum y tercer molar inferior derecho.

Ambas resultan compatibles con heridas producidas por un proyectil de arma de fuego cuya trayectoria afectó las partes señaladas en una dirección de atrás hacia adelante, levemente de izquierda a derecha y muy levemente de abajo hacia arriba.

Las lesiones arriba descriptas son compatibles con una causa de muerte producida por un proyectil de arma de fuego disparada a corta distancia (menos de 50 cm), aunque no de contacto, ya que no se constata signo de Benassi.  La manera de muerte es consistente con homicidio”.

Estas lesiones demuestran que a Marcelo Gelman le dispararon hacia la cabeza, estando de espaldas. Tanto por sus características como por la distancia del disparo, debe concluirse que fue ejecutado. Documento 1.

Sobre el cautiverio de María Claudia García Iruretagoyena y Macarena Gelman en el CCD del SID en Uruguay, y la consecuente existencia de coordinación represiva con fuerzas uruguayas, en particular con el grupo de agentes a cargo de Nino Gavazzo, entre quienes se encontraba Cordero Piacentini, contamos con la declaración de Alicia Cadenas Ravela y María del Pilar Nores Montedónico.

Alicia Cadenas Ravela, expresó que permaneció en cautiverio en Uruguay y que para el mes de octubre, supo a través de los dichos de los guardias que en el lugar había una mujer embarazada. Tiempo después, escuchó por la radio de los guardias que pedían ayuda a alguien porque la mujer embarazada estaba por parir, y luego, preguntaron entre las cautivas, quién podía preparar una mamadera. En los días posteriores, vio a una mujer con un bebe en brazos en uno de los balcones del edificio. Tiempo después se enteró que la mujer y la bebé eran María Claudia y Macarena.

Por su parte, María del Pilar Nores, refirió que vio a quien después supo que era María Claudia Iruretagoyena en el CCD en Uruguay, quien estaba junto con Anatole y Victoria Julien, y supo también, que había nacido su bebé. En su declaración brindada en el juicio anterior sobre lo ocurrido en Orletti, explicó que en el año 1998 le exhibieron una fotografía de María Claudia y pudo reconocerla como la mujer que vio dentro del CCD.

Sergio López Burgos, coincidió en que María Claudia había sido trasladada a la casa de Bulevar y Palmar.

El experto Álvaro Rico, coincidió con los relatos de los sobrevivientes, y afirmó que a partir de sus investigaciones, había concluido que María Claudia Iruretagoyena permaneció secuestrada en el centro clandestino a cargo del SID, llamado “Mansión” o “Casona”, ubicada en Boulevard Artigas 1488, Montevideo, Uruguay.

En cuanto a la presencia del imputado Manuel Cordero Piacentini en ese CCD uruguayo, contamos con los testimonios de Nogueira Paullier, Altuna Facal, Pilar Nores Montedónico, Cadenas Ravela, Rodríguez Larreta Martínez y Díaz Berdayes, quienes manifestaron  haberlo visto allí durante sus cautiverios en ese lugar.

A esto se suma la reconstrucción que realizó Macarena Gelman sobre su historia y la de su madre. Explicó que supo que nació en cautiverio y que habría permanecido junto a su madre por un mes y medio, ya que la última vez que la vieron en el SID fue el 26 de diciembre de 1976. Agregó que el 14 de enero de 1977 fue dejada en la casa del matrimonio Ángel Julián Tauriño Rodríguez y Esmeralda Vivian de Tauriño donde creció, creyendo que eran sus padres.

También contamos con la causa nº 2.922/00, caratulada “Gavazzo Pereira, José Nino y otros s/ sustracción de menores de diez años”[2], en el marco de la cual Macarena Gelman recuperó su identidad. Allí se tuvo probado, además, tanto el traslado clandestino de María Claudia García Iruretagoyena a Uruguay como su cautiverio en el CCD del SID, su alumbramiento en las condiciones que hemos descripto, así como el posterior cautiverio de la menor en el CCD del SID, su sustracción de su familia biológica y posterior entrega a una familia en Uruguay.

Sobre las innumerables gestiones que realizaron los familiares para encontrar a María Claudia García Iruretagoyena, Marcelo Gelman, Nora Gelman y Macarena Gelman, se encuentran incorporadas a este debate las declaraciones testimoniales de Alejandro García Casinelli, Macarena Gelman, Berta Schubaroff, y Juan Gelman.

A su vez, fueron incorporados también los legajos CONADEP y COMIPAZ de María Claudia García Iruretagoyena, y las acciones de habeas corpus presentadas por sus familiares.

También contamos con la sentencia de la Corte Interamericana de Derechos Humanos del 24 de febrero 2011 en el caso “Gelman vs. Uruguay” donde se responsabilizó al Estado Uruguayo por la supresión y sustitución de identidad de Macarena Gelman, y también se lo declaró responsable de la desaparición forzada de María Claudia García Iruretagoyena.

Al cuadro probatorio mencionado, se suma la actualización de la Investigación Histórica sobre detenidos desaparecidos de Uruguay[3], que también reconstruyó lo ocurrido con María Claudia y Macarena en Uruguay, para lo cual fueron transcriptas declaraciones testimoniales de sobrevivientes brindadas en el marco de la justicia uruguaya.

Se incorporaron también, documentos del Archivo de la ex DIPBA, donde figuran los pedidos de paradero con resultado negativo de María Claudia García Iruretagoyena, Marcelo Ariel y Nora Gelman. Documento 2.

Contamos también con la documentación que forma parte del acervo documental del NSA y que fue incorporada al juicio, donde aparecen las denuncias realizadas por organismos internacionales ante oficinas de Gobierno de los Estado Unidos, a favor de Nora y Marcelo Gelman, María Claudia García Iruretagoyena y Macarena Gelman. Documento 3.

Asimismo, existen tres sentencias de los tribunales argentinos vinculadas a estos hechos.

En primer lugar, la sentencia recaída en el juicio conocido como “Jefes de Área” y “Olivera Róvere”[4] en el que se ventiló el secuestro de Marcelo Gelman, y donde se tuvo por acreditado que el hecho ocurrió el 24 de agosto de 1976, en la calle Gorriti 3868 de esta Ciudad. Asimismo, que fue conducido a Automotores Orletti, a donde también fueron llevados María Claudia Iruretagoyena, Nora Gelman y su pareja. Allí también se hizo referencia, por un lado, a la aparición e identificación de los restos de Marcelo Gelman, y por el otro, a la sustracción y apropiación de Macarena Gelman. 

En segundo lugar, la sentencia recaída luego del juicio conocido como “Plan Sistemático de apropiación de niños”, causa n° 1351[5]. Esa sentencia dio por probado, en relación a la sustracción y apropiación y sustitución de la identidad de Macarena Gelman que su madre, María Claudia Iruretagoyena, embarazada, fue secuestrada y trasladad al CCD Automotores Orletti; que dio a luz en el Hospital Central de las Fuerzas Armadas en Montevideo; y que la niña fue sustraída de la custodia de sus progenitores, permaneciendo como hija del matrimonio compuesto por Ángel Julián Tauriño Rodríguez y Esmeralda Vivian de Tauriño, quienes simularon ser sus padres biológicos, sustituyendo su identidad.

También se tuvo por probado que la inscribieron como María Macarena Tauriño Vivian, situación que perduró hasta el 5 de julio de 2000, ocasión en la que, en el marco de la causa Nº 2922/00, se recibió el resultado del dictamen pericial genético que obra glosado a fs. 764/792 de esas actuaciones, confirmando el resultado de la pericia genética obtenida por el Centro de Estudios de Polimorfismo Humano de París, Francia, en forma privada.

 Asimismo, ese Tribunal mencionó que estos hechos ocurrieron en el marco de la Operación Cóndor.

Finalmente, debemos mencionar que el secuestro y cautiverio de Marcelo Ariel Gelman, Nora Eva Gelman y Luis Edgardo Peredo también integraron el objeto procesal del juicio de la causa n° 1.627 “Automotores Orletti”.

La sentencia dictada por este mismo Tribunal, con diferente composición, tuvo por probado que fueron secuestrados junto a María Claudia García Iruretagoyena la madrugada del 24 de agosto de 1976. Nora Gelman y Luis Peredo en el domicilio ubicado en la calle Medrano 1.050 2°D, y Marcelo Ariel, en su vivienda conyugal ubicada en la calle Gorriti 3868 de esta Ciudad.

A su vez, la sentencia entendió que se había acreditado que luego fueron todos conducidos al CCD Automotores Orletti, donde Marcelo Gelman, su hermana Nora y Luis Peredo fueron sometidos a condiciones inhumanas de detención y torturas.

Asimismo, también se acreditó el homicidio de Marcelo Ariel Gelman cuyo cadáver fue encontrado el 14 de octubre de 1976, habiéndose establecido como fecha de deceso aproximadamente el 9 de octubre de ese año.

Recordemos que esa sentencia se encuentra firme.

Señores jueces: La conjunta interpretación de todos estos elementos de juicio nos permiten dar por acreditados tan los hechos descriptos como las respectivas responsabilidades de los imputados en este debate. Es por eso que por la privación ilegítima de la libertad de María Claudia García Iruretagoyena acusamos a Manuel Cordero Piacentini y a Humberto José Román Lobaiza; y por la privación ilegítima de la libertad y los tormentos sufridos por Marcelo Ariel Gelman, Luis Edgardo Peredo y Nora Eva Gelman acusamos a Miguel Ángel Furci.

 

[1] Causa n°1627 “Guillamondegui Néstor Horacio y otros s/privación ilegal de la libertad agravada, imposición de tormentos y homicidio calificado” (conocida como “Automotores Orletti”) del Tribunal Oral en lo Criminal Federal N° 1 de la Ciudad de Buenos Aires, sentencia del 31 de mayo de 2011.

[2] Causa 2.922/00 del registro de la Secretaría n° 9 del Juzgado Nacional en lo Criminal y Correccional Federal n°5.

[3] Presidencia de la República Oriental del Uruguay. Investigación Histórica Sobre Detenidos Desaparecidos. En Complimiento Del Artículo 4° de la Ley 15.848. Montevideo, Presidencia de la República y Dirección Nacional de Impresiones y Publicaciones Oficiales, 2007.

[4] Causas n° 1.261-1.268 seguida contra Jorge Carlos Olivera Róvere, Bernardo José Menéndez, Felipe Jorge Alespeiti, Humberto José Román Lobaiza y Teófilo Saa del Tribunal Oral en lo Criminal Federal n° 5 de la ciudad de Buenos Aires, sentencia del 10 de diciembre de 2009 y causa n°12.038 “Olivera Róvere Jorge Carlos y otros s/ Recurso de Casación” de la Sala IV de la Cámara Federal de Casación Penal, sentencia del 13 de junio de 2012.

[5] Causa n° 1351 “FRANCO, Rubén O. y otros s/sustracción de menores de diez años” del Tribunal Oral en lo Criminal Federal n° 6 de la Ciudad de Buenos Aires, sentencia del 17 de septiembre de 2012.