Víctimas de Paraguay

Antonio Maidana Campos y Emilio Roa Espinoza

Descripción del caso

Ahora nos referiremos a lo acontecido a Antonio Maidana Campos y Emilio Roa Espinoza, ambos de nacionalidad paraguaya y de 63 años al momento de los hechos.

Tanto Maidana como Roa fueron activos sindicalistas de la Confederación de Trabajadores de Paraguay y miembros del Partido Comunista Paraguayo. Debido a esas actividades, ambos fueron perseguidos por la dictadura stronista. Roa fue detenido en al menos dos oportunidades en Paraguay, lo que lo llevó a vivir en la clandestinidad y en 1957, a exiliarse en Argentina, siendo acompañado pocos años después por su familia. Radicado legalmente, vivió más de 20 años en este país y formó parte del Comité Central del Partido Comunista Paraguayo en el exilio.

Por su parte, Maidana, que en su país era Secretario general del Partido Comunista, fue encarcelado en diferentes oportunidades. La última vez, a pesar de que había sido condenado a tres años y nueve meses, estuvo prisionero por más de 19 años.

Durante ese período fue recluido en diferentes recintos como el Departamento de Investigaciones de la Policía de la capital en Asunción y la Comisaría del Distrito 3° así como también en el centro de detención conocido como Emboscada, ubicado a 40 km de la capital paraguaya. Compartió este periplo con sus compañeros Alfredo Alcorta y Julio Rojas. Los tres fueron tristemente célebres por ser los presos políticos más antiguos del continente. 

Tras años de reclamos internacionales por su libertad, Stroessner les otorgó la libertad el 27 de enero de 1977, aunque no se les entregó su documentación personal y los mantuvo bajo control policial permanente.

Ante el temor de volver a ser apresados, se asilaron en la Embajada de Perú donde permanecieron 8 meses hasta que lograron obtener la documentación necesaria para salir del país y refugiarse en Suecia, lo que finalmente ocurrió en octubre de 1977.

A partir de entonces, Antonio Maidana recorrió diversos países de Europa, de la Unión Soviética y también Cuba, denunciando la situación que atravesaba Paraguay, la represión y en ese contexto el asesinato de los activistas políticos. Ingresó a la Argentina de manera clandestina en el año 1978. Tenía como objetivo, entre otras cosas, reorganizar la dirección del Partido Comunista Paraguayo y bregar por la construcción de un Frente Nacional Anti dictatorial. Aquí se reencontró con algunos compatriotas que vivían en el exilio, entre los que se encontraba Emilio Roa.

Sin embargo, como uno de los objetivos de la dictadura de Stroessner era la eliminación de cualquier otra oposición, particularmente la del Partido Comunista Paraguayo, comenzaron a vigilarse de cerca las actividades de Antonio Maidana y Emilio Roa en nuestro país. Para eso, se activaron los mecanismos de coordinación habilitados por Cóndor.

Es en este contexto que, tal como se demostró en este juicio, Emilio Roa y Antonio Maidana fueron secuestrados el miércoles 27 de agosto de 1980 aproximadamente a las 12 del mediodía, en las cercanías de la intersección de la Avenida Directorio y la calle Lacarra de esta Ciudad, donde se encuentra el Parque Avellaneda.

El lugar en el que ocurrió el operativo se encontraba dentro del Área V, controlada por el Grupo de Artillería de Defensa Aérea 101 entonces a cargo de Horacio De Verda, perteneciente a la Subzona Capital Federal, que a los fines represivos utilizaba como órgano de inteligencia al Destacamento de Inteligencia 103 el que, para ese momento, se encontraba a cargo del imputado Mario Alberto Gómez Arenas.

Ese 27 de agosto, a plena luz del día, fueron subidos por la fuerza a autos particulares y trasladados con rumbo desconocido. Desde ese momento, Antonio Maidana y Emilio Roa se encuentran desaparecidos.

Se hicieron cientos de gestiones en el plano nacional e internacional, tanto por parte de sus familiares, como de la Liga Argentina por los Derechos del Hombre, el Partido Comunista Argentino y el Partido Comunista Paraguayo. Sin embargo, estos reclamos nunca obtuvieron respuestas ciertas por parte del Estado Argentino ni Paraguayo sobre su destino.

De acuerdo a la descripción que hemos realizado, teniendo en cuenta las características particulares de los hechos que damnificaron a Antonio Maidana Campos y Emilio Roa Espinoza y el especial contexto en que se produjeron, se encuentra probado que sus desapariciones fueron ejecutadas gracias al andamiaje de coordinación represiva creado por Cóndor.

 

Prueba

Los hechos que acabamos de sintetizar encuentran sustento en diversos elementos de prueba. Entre ellos, los testimonios brindados en este juicio por los hijos de Roa, Reinaldo y Limpia Concepción. Ambos se refirieron a la actividad política de su padre, la persecución de la cual fue objeto en Paraguay y los motivos por los cuales debió exiliarse, junto con su familia, en la Argentina.

Al respecto declaró también Carlos Luis Casabianca, integrante del Partido Comunista Paraguayo, quien explicó su pertenencia y rol partidario.

Fue incorporada también la documentación remitida por ACNUR, en donde la hermana de Emilio Roa, Cándida Roa, aludió a las detenciones sufridas por su hermano, todo lo cual se encuentra corroborado también por los documentos del Archivo del Terror identificados como 00094 F 1233 y 00186 F 1626/1627. Documento 1 y Documento 2.

En cuanto a la actividad política y a la persecución de Antonio Maidana por parte de la dictadura de Stroessner, escuchamos en este debate a su hija María Carmen y a los testigos Carlos Casabianca, Graciela Rosenblum y Amalia Edith Glaif, quienes también dieron cuenta del extenso encarcelamiento del que fue víctima y de su posterior exilio.

Asimismo, contamos con abundante documentación que revela estos aspectos, como el habeas data de la justicia paraguaya aportado por la testigo María Carmen Maidana y la documentación remitida por el ACNUR, que da cuenta de su trayectoria política.

Además, contamos con la documentación aportada por la testigo experta Yudith Rolón dentro de la cual destacamos el documento titulado Comunicación N° 78/3/1887. Allí, el propio Maidana junto a sus compañeros de cautiverio Alfredo Alcorta y Julio Rojas, relataron lo vivido en el encierro en Paraguay y denunciaron la brutal represión desarrollada por el stronismo hacia las organizaciones opositoras al régimen. Documento 3.

Por otro lado, contamos con los documentos del Archivo del Terror identificados como 00192F 0234 y rollo 0172F números 0838, 0839 y 0797, que dan cuenta de la incesante persecución de la que fue objeto Antonio Maidana luego de su liberación en Paraguay. Documento 4 y Documento 5.  

En este sentido, el documento del Archivo del Terror, identificado como 00172 F 1369, muestra cómo en la localidad argentina de Clorinda y a través de un infiltrado en el Partido Comunista Paraguayo, en 1978 las fuerzas represivas paraguayas tomaron conocimiento de que Maidana era esperado en Buenos Aires para participar de un congreso partidario. Documento 6.  

Sobre el arribo de Maidana a nuestro país durante ese año, declaró el testigo Casabianca, quien también se refirió a las reuniones partidarias a las que asistieron en Buenos Aires tanto Maidana como Roa.

La persecución de la que eran objeto los miembros del PC paraguayo en nuestro país, quedó plasmada en el documento del Archivo del Terror identificado con el número 00006 F 1024 a 1031, producido el 12 de septiembre de 1980 por la Policía de Investigaciones de Paraguay. Allí consta el secuestro de Eustacio Rodríguez, ocurrido hacia fines de mayo de ese año luego de que asistiera a una reunión en Buenos Aires y quedara a cargo del Frente Técnico, que se ocupaba de los enlaces entre quiénes se encontraban en Argentina y Paraguay. Este documento, firmado por el Jefe del Departamento de Investigaciones paraguayo, Pastor Coronel, refleja el resultado de los interrogatorios sufridos por Rodríguez. En él, además, se hace especial énfasis en las actividades desarrolladas por Emilio Roa en nuestro país, quien utilizaba los nombres de cobertura “Reinaldo Marín” y “Abel”. Este documento revela un antecedente de suma importancia para la desaparición de Roa y Maidana. Documento 7.

Asimismo, se complementa con otro producido por la Embajada de Estados Unidos en Asunción aportado a este debate por el NSA, fechado el 11 de noviembre de 1980, y en donde se sugiere que la información extraída al preso político Eustacio Rodríguez puede haber conducido a las detenciones de Maidana y de Roa. Documento 8.

Y en relación con esto, deben tenerse también en cuenta los dichos de Limpia Concepción Roa, quien mencionó que su madre, Juliana Torres, le comentó que Roa le había dicho días antes del secuestro que había notado que era seguido y que consideraba que estaba siendo vigilado.

En cuanto a lo que ocurrió el día del secuestro, Reinaldo Roa declaró en este juicio que para esa época, su padre trabajaba con él,  con excepción de los días miércoles, porque en esos días se dedicaba completamente a su actividad política.  Ese miércoles 27 de agosto de 1980 Reinaldo vio a su padre en la casa familiar entre las 8 y las 8:30 de la mañana, tras lo cual éste se despidió y se retiró para realizar sus actividades.

Esta secuencia también fue descripta por la esposa de Emilio Roa, Juliana Torres de Roa, según fue receptado en la causa en la que se investigó su privación ilegítima de la libertad, también incorporada a este debate. Agregó, también, que cuando su marido se retiró, se dirigió a reunirse con su amigo Antonio Maidana en la intersección de Lacarra y Directorio de esta ciudad.

Esta última información fue corroborada por el testimonio de Limpia Concepción Roa en este juicio, quien manifestó que su madre le comentó que sabía que su esposo tenía que encontrarse con Maidana ese día. Y en relación con esto recordó también que, unos días después del secuestro de su padre, una persona se presentó en la casa familiar e informó a su madre acerca del secuestro de su padre y de Maidana, hecho justamente ocurrido en la esquina de Lacarra y Directorio.

Reinaldo Roa también recordó esta visita y aclaró que creía que se trataba de una persona apodada “Morenito”, quien habitualmente se reunía con su padre.  Agregó que "Morenito" dijo que no había ido antes a hablar con ellos por temor a que la casa estuviera vigilada.

Asimismo, entre la documentación remitida por ACNUR, encontramos la información proporcionada por Cándida Roa, hermana de Emilio, quien también informó que su hermano se encontraría ese día con Maidana.

Por su parte, el testigo Carlos Casabianca, declaró que el día en que se produjo el secuestro se reunió con Antonio Maidana aproximadamente a las 8:30 o 9 de la mañana en las cercanías de Parque Avellaneda, y que por cuestiones de seguridad desconocía a dónde se dirigiría después. A través del testimonio de Graciela Rosenblum, sabemos que desde allí se dirigió a la sede de la Liga Argentina por los Derechos del Hombre. La testigo relató que estaban al tanto de que Maidana tenía una cita concertada cerca de la zona de Mataderos y que le advirtieron que no concurriera, porque se sabía que había dificultades.

Agregó que, posteriormente, supo que el PCP tenía un pequeño departamento en ese barrio porteño en donde sus miembros solían reunirse y que, de acuerdo a lo que pudieron reconstruir posteriormente, antes de dirigirse a ese lugar se había encontrado con Roa en el Parque Avellaneda.

El lugar elegido para el encuentro de Maidana y Roa, es decir, el Parque Avellaneda, no sólo es cercano a Mataderos, sino que, de acuerdo con la declaración de Casabianca, era también un lugar habitual de reunión para los miembros del PC Paraguayo, en donde como medida de seguridad, solían simular ser jubilados.

Por otro lado, el testigo Casabianca relató que también como norma de seguridad, era habitual tener una persona de confianza, un enlace que supiera todas las actividades del día para el caso de que se presentara algún inconveniente. Sostuvo que Maidana seguramente lo tenía; y explicó que de este modo es que el Partido Comunista de Argentina tomó conocimiento de su desaparición, ya que no había regresado a su refugio de seguridad. En este sentido, Casabianca manifestó que inmediatamente después de producido el hecho se fue enterando, por diferentes fuentes, que Roa y Maidana estaban juntos al momento de ser secuestrados.

Sobre las circunstancias en las que se produjo el secuestro, también contamos con la publicación de la Comisión Política del Comité Central del PC Paraguayo fechada el 2 de septiembre de 1980, remitida por ACNUR, cuyo relato coincide con lo descripto. Documento 9.

A lo expuesto, se agregan los expedientes de hábeas corpus que fueron incorporados, así como los legajos CONADEP correspondientes a Maidana y Roa.

Sobre la ausencia de respuestas oficiales que permitieran conocer el destino de Maidana y Roa, y los obstáculos con que se encontraron los familiares en la búsqueda de información, se explayó la testigo Limpia Concepción Roa.  Recordó que tiempo después de la desaparición de su padre, para realizar averiguaciones viajó a Paraguay en compañía de la Dra. Isaína de Weiss, pero al llegar ni siquiera les permitieron ingresar al país.

Asimismo, se incorporó la respuesta del gobierno paraguayo a la Comisión Interamericana de Derechos Humanos en el año 1982, obrante en el Legajo CONADEP N° 1799 correspondiente a Maidana, en la que se informa acerca del secuestro de Maidana y Roa cuando se encontraban juntos en la Capital Federal Argentina y se responsabiliza por el hecho a agentes de seguridad argentinos. Documento 10.

Además, aportada por el NSA, se incorporó la respuesta que el jefe del Departamento de Investigaciones de la policía paraguaya, Pastor Coronel, dirigió el 20 de agosto de 1982 a Amnistía Internacional. Allí indicó que era al gobierno argentino a quién debían recurrir por Emilio Roa Espinoza, y argumentó que los reclamos por los presos políticos no eran más que una campaña orquestada por el comunismo internacional para desprestigiar a su país.

También se encuentra incorporado el informe final producido por la Comisión de Verdad y Justicia de Paraguay, donde se dio por probada la desaparición forzada de Antonio Maidana y Emilio Roa producida en el marco de la Operación Cóndor.

Respecto del destino que tuvieron tanto Antonio Maidana como Emilio Roa luego de su secuestro, si bien no ha podido acreditarse inequívocamente lo ocurrido, la prueba producida en el debate permite describir que inmediatamente después de haber sido secuestrados, habrían permanecido en cautiverio en las dependencias de “Seguridad Federal” de la ciudad de Buenos Aires; y que allí habrían sido interrogados por personal de las fuerzas de seguridad argentinas y paraguayas.

Bajo la numeración 00193F2464 del Archivo del Terror se encuentra un documento manuscrito, firmado pero sin fecha. Está dirigido a un “Señor Jefe”, como dice, y señala que “pude lograr la entrada y diálogo en Seguridad Federal (…) aquí hay o ´estaba´ dos pájaros:1) Antonio Maidana, lo levantaron tan bien que ni derechos humanos ni familiares puede(n) saber que pasó y ya tiene el pasaporte firmado. 2) Emilio Roa Espinoza (camarada Abel)”.

El documento también da cuenta de los antecedentes de Maidana. Por ejemplo, detalla sus pasos tiempo atrás luego de su liberación en Paraguay; agregando que contaba con un pasaporte argentino falso a nombre de Carlos Raúl Martínez. Respecto del rol partidario que ambos tenían en el PCP, describe que Antonio Maidana era el Secretario General y que Emilio Roa era responsable de finanzas y correo y que viajaba permanentemente a Paraguay. Según se observa en el documento, esta información parece haber sido extraída de los interrogatorios sufridos en ese CCD. Documento 11.

Se informa también que organismos y familiares habían realizado averiguaciones por ellos, pero que les negaron información. El documento reza que  “han averiguado por ellos el encargado de la ONU refugiados pero se callaron porque nadie los vio. Prensa nada. Familiares nada. Pasaporte Firmado”. Más adelante el documento afirma expresamente que fueron sometidos a interrogatorio y describe los temas preguntados y sus resultados. El mensajero concluye la esquela solicitando se le remita un cuestionario de preguntas que pudieran interesar y afirma que esto debe ser urgente pues, cito “estos amigo[s] están apurado[s] porque ya tiene el pasaje y tiene que viajar ya”.

Demostrando la dureza de los interrogatorios sufridos y la insistencia de los interrogadores la nota dice: “Yo insisto por más contacto en Paraguay. Puede ser que algo más salga, pero son duritos”

Este documento, que podría haber sido confeccionado por un oficial paraguayo que operaba en nuestro país, indicaría que Antonio Maidana y Emilio Roa, luego de ser secuestrados fueron mantenidos cautivos en Seguridad Federal e interrogados en esa sede por personal argentino y paraguayo.

Parte de la información sobre Maidana y Roa que aparece en el documento descripto, la encontramos también en otro documento de Archivo del Terror, registrado bajo la numeración 00095F 0247/0248, titulado “Memorando para su excelencia el señor Presidente de la República General de Ejército Don Alfredo Stroessner, referente a actividades del comunista Antonio Maidana”. Documento 12.

Si bien no está fechado ni firmado, de su lectura se infiere que fue confeccionado posteriormente al secuestro y  se trataría de la continuación del documento anterior.

Allí, a pesar de que no se reproduce toda la información, se reiteran gran parte de los antecedentes descriptos en el anterior.

Como información adicional, este documento termina informando sobre la situación de otro integrante del PCP: describe que en Buenos Aires también fue detenido Alfredo Alcorta y que estaba a cargo de un juez.

Esta información nos permite inferir que el documento es posterior por cuanto, de acuerdo a los dichos del testigo Carlos Casabianca, Alfredo Alcorta fue detenido en Buenos Aires con posterioridad a la desaparición de Maidana y Roa, y gracias a la intervención de gestiones internacionales fue expulsado del país.   

Recordemos que Alcorta y Julio Rojas, también integrantes del PCP, fueron compañeros de Maidana durante su extensa detención en Paraguay y, de acuerdo a lo que surge de la documentación incorporada, ellos también fueron objeto de la incesante persecución de la dictadura de Stroessner luego de su liberación en Paraguay.

En efecto, Carlos Casabianca recordó en esta audiencia esos hechos y dio cuenta de la presencia de personal paraguayo en Buenos Aires al describir tanto la detención de Alcorta como la persecución hacia Julio Rojas, quien se escapó tras haber escuchado que en la esquina de su refugio había hombres hablando en guaraní.

Estos elementos demuestran también la persecución que sufrieron otros dirigentes del Partido Comunista Paraguayo radicados en Argentina, gracias a los mecanismos de coordinación represiva aportados por Cóndor.

Además, no podemos soslayar un hecho que tuvo cercanía temporal con sus desapariciones, y que ocurrió pocos días después.  Se trata del encuentro de la “Liga Mundial Anticomunista” que se realizó en Buenos Aires y al que asistió, en representación de Paraguay, el Coronel del Ejército Benito Guanes Serrano, responsable del Departamento 2° del Estado Mayor General de las Fuerzas Armadas.

Los testigos Carlos Casabianca y Limpia y Reinaldo Roa describieron esa reunión, ocurrida en Buenos Aires, como un hecho inseparable de la desaparición de Antonio Maidana y Emilio Roa.

Recordemos que Guanes Serrano asistió a la reunión fundacional de la Operación Cóndor y firmó el acta de su creación.

 Además, tanto él como el Jefe del Estado Mayor General de las Fuerzas Armadas, Alejandro Fretes Dávalos, mantuvieron un rol de enlace en el intercambio de información, en el largo plazo en el marco de Cóndor, durante el período que nos ocupa.

En consecuencia, a partir de la descripción pormenorizada de los hechos que acabamos de realizar, entendemos que en este juicio quedó demostrado que las desapariciones de Antonio Maidana Campos y Emilio Roa Espinoza, fueron ejecutadas gracias al andamiaje de coordinación represiva proporcionado por Cóndor.

Por sus privaciones ilegítimas de la libertad en este juicio se encuentra imputado Mario Alberto Gómez Arenas.