Víctimas de Uruguay

Mónica Grinspon Pavón y Claudio Logares Manfrini

Descripción del caso

Señores jueces: Nos referiremos ahora a lo ocurrido a Mónica Grinspon Pavón y a Claudio Logares Manfrini, ciudadanos argentinos que desde mayo de 1977 vivían en Montevideo. Su hija, Paula Eva Logares Grinspon, había nacido en la Argentina el 10 de junio de 1976.

Claudio Logares estudió en el Liceo Naval y luego continuó su formación en la Universidad de Agronomía. Se integró a la Juventud Universitaria Peronista, al igual que su amigo del Liceo, Adolfo Borelli.

Con el comienzo de la dictadura en la Argentina, Claudio Logares comenzó a sentir miedo sobre lo que les podía ocurrir, fue por eso que en mayo de 1977 se mudaron a Montevideo. La familia se instaló en la casa de la pareja constituida por Adolfo Borelli y Diana Bello.

En marzo de 1978 comenzaron a suceder algunos episodios que les llamaron la atención: un vecino que era chofer de la Policía le pidió a Borelli una foto del Liceo, y nunca se la devolvió. Además, Claudio Logares advirtió que lo seguían y que en diferentes oportunidades, la policía uruguaya visitaba los lugares que visitaba, preguntando por él. Sin perjuicio de eso, de acuerdo a lo que relató el testigo Borelli, no quiso irse de Montevideo.

En este juicio se acreditó que el 18 de mayo de 1978, por la tarde, Claudio Logares, Mónica Grinspon y Paula Eva Logares fueron secuestrados en la ciudad de Montevideo, República Oriental del Uruguay, en el trayecto comprendido entre su casa y el parque Rodó, merced a la acción coordinada de las fuerzas represivas del Cono Sur.

La familia fue trasladada clandestinamente a la Argentina, donde permanecieron secuestrados en condiciones inhumanas de vida, en un primer período, en la Brigada de Investigaciones de San Justo, ubicada en la Zona I, Subzona 11, Área 114, a cargo del entonces Jefe del Grupo de Artillería Mecanizada 1, Coronel Antonio Fichera.

En la Brigada de San Justo, los represores no sólo sometieron a torturas a Claudio Logares y Mónica Grinspon, sino que también, decidieron separar definitivamente a la familia.

Paula Eva Logares fue apropiada por el subcomisario Rubén Luis Lavallén, a cargo de dicha dependencia policial.

Claudio Logares y Mónica Grinspon fueron trasladados desde allí al CCD Pozo de Banfield, ubicado también en la Zona I, Subzona 11, Área 112, a cargo del entonces Jefe del Regimiento de Infantería Mecanizada Teniente Coronel Faustino José Svencionis.

 Claudio Logares y Mónica Grinspon fueron vistos por última vez en junio de 1978 cuando fueron sacados de ese lugar. Aún permanecen desaparecidos.

Enterado de lo ocurrido y tal como lo relatara en el debate, Adolfo Borelli se contactó con la familia en Buenos Aires, para avisarles que habían sido secuestrados. Los padres de Claudio Logares, viajaron a Montevideo a buscarlos e hicieron denuncias en la policía.

Los buscaron tanto en Montevideo como en Argentina. Recorrieron hospitales, juzgados de menores y colegios en busca de Paula Eva pero tanto el Estado argentino como el uruguayo negaron cualquier información sobre el destino de la familia.

La conjunta interpretación de la totalidad de las pruebas incorporadas a este debate demuestra que el secuestro ocurrido en la República Oriental del Uruguay y el traslado clandestino a la Argentina de la familia Logares-Grinspon, es un ejemplo más del accionar coordinado de las fuerzas represivas argentinas y uruguayas bajo el marco de la denominada “Operación Cóndor”, y es por esta razón que constituye un hecho que confirma su existencia y demuestra su funcionamiento.

Prueba

Conforme los testimonios de Adolfo Borelli y de Elsa Pavón, madre de Mónica, conocimos no sólo la participación política de Claudio Logares en la Juventud Universitaria Peronista, sino también que fue debido a la persecución que estaban sufriendo que decidieron exiliarse en Uruguay.

Al respecto, Adolfo Borelli explicó en este debate que en 1977, él mismo estaba siendo perseguido, al punto que la policía se había presentado en su casa buscándolo. Refirió también que varios de sus compañeros del Liceo Naval, lugar donde se había conocido con Claudio Logares, habían sido secuestrados, entre ellos, Laureano Donda, y Lucero. Explicó que fue por ese motivo que decidió exiliarse en Uruguay, aproximadamente, para semana santa de 1977. Agregó que Claudio Logares lo visitó allí y le dijo que sentía mucho miedo de lo que le podía ocurrir.

Tanto Elsa Pavón, como Adolfo Borelli, coincidieron en que Claudio Logares viajó a Montevideo el 17 de mayo de 1977 y Mónica Grinspon y Paula diez días después. Borelli agregó que se instalaron en su casa, dando cuenta también de las situaciones de persecución que la pareja sufrió en Montevideo.

Las menciones efectuadas por Elsa Pavón, relativas a que advirtió que las cartas que recibía de ellos habían sido abiertas, confirman que Logares y Grispón estaban siendo vigilados.

Sobre el secuestro de la familia, Adolfo Borelli contó que el 18 de mayo de 1978, él y su esposa salieron a trabajar, mientras que la familia Logares se quedó en la casa, almorzaron y por la tarde salieron camino al Parque Rodo, pero nunca regresaron.

Elsa Pavón sostuvo que a partir de las gestiones que realizó el padre de Claudio Logares, supo que el secuestro tuvo lugar en la calle Fernández Crespo al 1700, frente al cine Miami, en Montevideo. La forma en que ocurrió fue la siguiente: al bajarse del colectivo, los rodearon tres autos; a Claudio Logares lo golpearon, lo encapucharon y lo metieron en un auto; a Mónica Grinspon también la encapucharon y junto con Paula, y las subieron en otro auto.

Los testimonios de Atilio Corro y Adriana Chamorro, incorporados a este juicio, corroboran que los secuestros ocurrieron en Montevideo y que la familia fue ilegalmente traída a la Argentina. En este debate, Adriana Chamorro aseguró que mientras ella estuvo privada de su libertad en el CCD Pozo de Banfield, habló con Mónica Grinspon, quien le contó que había sido secuestrada junto a su esposo y su hija en una plaza de Uruguay; y que los habían trasladado en avión a la Argentina. Le contó también que los llevaron a la Brigada de San Justo, donde fueron torturados.

Chamorro agregó que Mónica Grinspon y Claudio Logares estaban desesperados porque en ese lugar, la Brigada de San Justo, fue la última vez que vieron a su hija. Asimismo, destacó que la última vez que la pareja fue vista en el CCD Pozo de Banfield fue para junio de 1978, cuando los “llevaron para traslado”.

Chamorro también recordó que cuando Mónica Grinspon llegó al CCD Pozo de Banfield estaba llena de piojos. Por ese motivo los guardias sacaron a Maria Asunción Artigas Nilo para que le cortara el pelo. Maria Artigas le contó que estaba desesperada, y que sólo había podido calmarla un poco. Atilio Corro, coincidió con el relato de Chamorro, y agregó que Mónica Grispón le contó que en la Brigada de San Justo habían sido torturados por argentinos y uruguayos.

Sobre el cautiverio de Mónica Grispon en la Brigada de San Justo, contamos también con el testimonio que prestó Rodolfo Barberán en este debate. Refirió que estando secuestrado pudo ver a una mujer en la celda contigua, infiriendo luego que se trataba de Mónica Grispon.

Norberto Liwisky, en su declaración incorporada a este juicio, dio cuenta del proceso de recuperación de identidad que atravesó Paula Logares, la hija del matrimonio.

Como ya adelantamos, los familiares de las víctimas las buscaron sin descanso tanto en la Argentina como en Uruguay.

En su momento, denunciaron sus desapariciones ante la COMIPAZ y la CONADEP, conforme se desprende de los respectivos legajos.

 Elsa Pavón llevó la búsqueda por la desaparición de su nieta ante organismos internacionales como CLAMOR, la Organización de los Estados Americanos, las Naciones Unidas y Amnistía Internacional.

Entre las constancias remitidas por el NSA e incorporadas al juicio, se aprecian documentos donde figura el nombre de Paula Eva Logares entre las listas de niños desaparecidos, así como también denuncias con información sobre la familia.

Entre las constancias remitidas por la Comisión Provincial de la Memoria, destacamos el documento individualizado como Mesa DS, Legajo 18.018, donde figura la información que distribuyo Elsa Pavón para encontrar a su nieta. Documento 1.

Como dijimos, el Estado Argentino tenía conocimiento de la búsqueda de Paula Logares y negó dar información. Recién en 1984 Paula Logares recuperó su identidad.

Toda la prueba incorporada acredita, entonces, los hechos tal como los hemos descripto. Y corresponde ahora destacar que esta no es la única ocasión en que los órganos de administración de justicia argentinos y uruguayos dieron por probados estos hechos.

Sobre las circunstancias del secuestro de la familia Grispón Logares, el traslado a la Argentina, la detención en los CCD Brigada de Investigaciones de San Justo y Pozo de Banfield, y la apropiación de Paula Eva Logares en manos del subcomisario de la Brigada de San Justo, ya se han expedido dos tribunales: el TOF N° 6 de esta Ciudad, en el marco de la causa denominada “Plan Sistemático”[1]; y el Juzgado Penal 19° de la República Oriental del Uruguay, en la causa “Álvarez”[2].

Las limitaciones de la instrucción y el fallecimiento de Harguindeguy, Arias Duval y Videla, nos impiden acusar formalmente a alguno de los responsables de los crímenes aquí tratados.

Sin embargo, la comprobación de esos hechos, al acreditar la coordinación que existió entre las fuerzas represivas uruguayas y argentinas para efectivizarlos, es prueba útil de las diversas funciones que el marco de la denominada “Operación o Plan Cóndor” aportó a la coordinación de las fuerzas represivas de la región. Como tantos otros, estos hechos son prueba de su existencia y operatividad.

 

[1] Causa n° 1351 “FRANCO, Rubén O. y otros s/sustracción de menores de diez años” del Tribunal Oral en lo Criminal Federal n° 6 de la Ciudad de Buenos Aires, sentencia del 17 de septiembre de 2012.

[2] "Alvarez Armellino, Gregorio Conrado.- Larcebeau Aguirregaray, Juan Carlos.- Reiterados delitos de homicidio muy especialmente agravados".- Ficha 2-20415/2007, Sentencia n° 0157 del 21 de octubre de 2009, del Juzgado Letrado de Primera Instancia en lo Penal 19° Turno, Montevideo, Uruguay.