Víctimas de Uruguay

Mary Norma Luppi Mazzone

Descripción del caso

Mary Norma Luppi Mazzone era uruguaya y al momento de los hechos tenía 41 años. Nació en Montevideo donde estudió Técnica Bibliotecaria en la Universidad de la República y trabajó en la biblioteca de la Facultad de Derecho. Su familia estaba integrada por sus padres Juan José Luppi y María Mazzone, y su hermano Juan José. En este juicio se acreditó que en su país integró el Movimiento de Liberación Nacional Tupamaro, opositor a la dictadura que gobernó en Uruguay durante ese período.

En razón de su actividad política, fue perseguida por las Fuerzas Conjuntas Uruguayas. Las pruebas incorporadas al debate dan cuenta de que en diciembre de 1973 permaneció detenida durante 10 días en el Batallón de Ingenieros N° 1. Frente al temor de perder nuevamente su libertad, en 1974 decidió trasladarse y radicarse legalmente en Buenos Aires. Pese a ello, no cesó su persecución.

Mediante comunicado N° 1197 del 8 de enero de 1975, la oficina de prensa de las Fuerzas Conjuntas Uruguayas requirió la colaboración pública para lograr su captura. El acecho alcanzó también a su familia. En su búsqueda, en diciembre de 1976, las Fuerzas Conjuntas Uruguayas allanaron su casa en Montevideo.

En Buenos Aires convivió durante un tiempo con su amiga Cristina Calero en un departamento ubicado en la calle Vicente López 1933. Tiempo después, Calero volvió a Montevideo y Luppi Mazzone continuó viviendo en ese lugar, junto a María Luisa Eiras.

Como el contrato de alquiler del departamento estaba a nombre de Calero, poco después, en junio de 1977, ella regresó a Buenos Aires en compañía de Rita Echave para hacer el cambio de titularidad. Antes de viajar habló con Luppi Mazzone, quien le pidió que no lo hiciera porque no se sentía segura. Le contó que, a raíz del trámite de renovación de residencia, la habían citado en la Jefatura de Policía, donde le habían hecho muchísimas preguntas.

Luppi Mazzone tenía razón en preocuparse: los servicios de inteligencia uruguayos sabían que ella estaba en Buenos Aires y, al verse imposibilitados de lograr su captura en Uruguay, se dispusieron a coordinar medios con la represión argentina, a sabiendas de que las fronteras ya no constituían un impedimento para ejecutar operaciones contra quienes la Operación Cóndor consideraba enemigos comunes.

Calero y Echave, como dijimos, viajaron igual y se encontraron con Luppi Mazzone y Eiras en el departamento de la calle Vicente López.

En este debate se probó que Mary Norma Luppi Mazzone, María Luisa Eiras, Cristina Calero y Rita Echave fueron violentamente secuestradas el 10 de junio de 1977 en el departamento n° 23 de la calle Vicente López 1933 piso 3° de esta Ciudad, por integrantes de las fuerzas represivas estatales que actuaban en coordinación con las fuerzas de otras dictaduras del Cono sur con el objeto de eliminar a sus opositores.

El secuestro ocurrió en la jurisdicción de la zona militar I, Subzona Capital Federal, entonces a cargo de José Montes; concretamente, dentro del Área II, cuya sede era el Regimiento de Infantería I Patricios. En ese momento, el Jefe del Regimiento era Humberto José Ramón Lobaiza.

Conforme se acreditó en el juicio, aproximadamente a las 19.30/20 hs., mientras las cuatro mujeres se preparaban para cenar, alrededor de ocho hombres ingresaron por la fuerza al departamento portando armas largas y cortas. De acuerdo a lo que recordaron Rita Echave y María Luisa Eiras, entre ellos había argentinos y uruguayos.

Luego de apoyarles armas sobre sus cabezas, uno de ellos señaló a Luppi Mazzone y a Calero y dijo: “quiero a esta y esta”. Las hicieron salir del departamento en dos tandas, algunas de ellas encapuchadas y esposadas. A Luppi Mazzone y a Calero, las subieron juntas a un falcón celeste, y luego volvieron a buscar a Eiras y a Echave.            

Durante el trayecto, Cristina Calero, escuchó que se comunicaban por Handy y decían: “llevamos los paquetes”. Las condujeron a un CCD donde las mantuvieron privadas de la libertad en condiciones inhumanas de detención.

A cada una y por separado, las sometieron a largos interrogatorios donde militares argentinos y uruguayos les preguntaron insistentemente sobre sus actividades y quiénes eran. A Luppi Mazzone le preguntaron sobre su participación en el Movimiento Tupamaro “26 de marzo” y le requirieron datos sobre la base de las declaraciones que ella había brindado cuando fue detenida en Uruguay en el año ´73. Esta circunstancia también evidencia la existencia de coordinación represiva en su búsqueda, captura y posterior desaparición. Mientras le hacían estas preguntas, la torturaban; y ella pedía que a las otras tres mujeres las dejaran tranquilas. Al día siguiente, liberaron a Eiras, a Echave y a Calero.

La única información que les dieron sobre Luppi Mazzone fue que ella tenía una causa pendiente en Montevideo. Nunca más supieron de ella y hasta el momento permanece en condición de desaparecida.

Cabe mencionar aquí que, de acuerdo a la descripción realizada por las testigos sobrevivientes Eiras, Echave y Calero, existen indicios de que el lugar en donde las cuatro mujeres permanecieron privadas de la libertad, fueron torturadas y sometidas a condiciones inhumanas de detención, sea el CCD que funcionó en ese momento en el Casino de Oficiales de la Escuela de Mecánica de la Armada, sito en Av. Libertador 8151 de esta Ciudad.

La determinación de ese aspecto de los hechos que estamos describiendo constituye objeto del juicio que actualmente se está desarrollando ante el Tribunal Oral en lo Criminal Federal n° 5, vulgarmente conocido como “ESMA unificada[1], en el que se atribuye a los integrantes del grupo de tareas que actuó en ese lugar responsabilidad por la privación ilegítima de la libertad y los tormentos que padecieron Luppi Mazzone, Eiras y Calero.

Inmediatamente después de ser liberadas, Cristina Calero y Rita Echave regresaron a Montevideo. A través de la madre de Calero, avisaron a la familia de Luppi Mazzone lo sucedido.

A partir de ese momento, su padre viajó a la Argentina a buscarla. Realizó denuncias ante la Organización de Naciones Unidas, el Alto Comisionado para Refugiados y la OEA; también ante el Estado Mayor Conjunto en la República Oriental del Uruguay.

En nuestro país presentaron acciones de habeas corpus e incluso hicieron peticiones ante el Ministerio del Interior, pero las autoridades militares y policiales ocultaron su secuestro, lo que da cuenta de que la asociación ilícita no sólo funcionó para obtener la captura de Luppi Mazzone, sino también para ocultarle a sus seres queridos todo lo que le ocurrió. Cuando fue posible, también denunciaron el caso ante la Comisión Nacional sobre la Desaparición de Personas (CONADEP) y ante la Comisión Investigadora Parlamentaria en Uruguay. Nunca obtuvieron respuesta de ninguno de los dos Estados.

De acuerdo a la descripción que hemos realizado y teniendo en cuenta las características particulares de los hechos que damnificaron a Mary Norma Luppi Mazzone y el especial contexto en que se produjeron, entendemos que se encuentra probado que su secuestro, tortura y desaparición formaron parte del plan ejecutado por la asociación ilícita que hemos llamado “Operación Cóndor”.

Pese a que en este debate no estamos habilitados para formalizar acusación alguna por las privaciones ilegítimas de la libertad y los tormentos que padecieron Eiras, Calero y Echave, todas ellas también fueron víctimas de estos hechos ejecutados en el marco de la Operación Cóndor.

 

Prueba

Los hechos afirmados precedentemente surgen de la valoración conjunta de varios y diferentes elementos de prueba incorporados al juicio, que pasaremos a detallar.

Sobre su participación política y persecución en Uruguay, entre la documentación recabada por la Investigación Histórica sobre detenidos desaparecidos[2] uruguayos, encontramos la ficha confeccionada por el Organismo Coordinador de Operaciones Antisubversivas (OCOA), donde dejan constancia de la detención de Mary Norma Luppi Mazzone el 11 de diciembre de 1973 por el Batallón de Ingeniería 1 en el operativo N° 7220.

Los documentos transcriptos por la Investigación Histórica, confeccionados por los diferentes organismos de inteligencia uruguaya, dan cuenta de que la persecución sobre Luppi estuvo motivada en su pertenencia política al Movimiento Tupamaro “26 de marzo” y su participación en el Frente Amplio; era considerada sediciosa.

Del libro A todos ellos[3], incorporado a la causa, surge la misma información. Recordemos que se trata de una investigación realizada por Madres y Familiares de la agrupación Uruguayos Detenidos Desaparecidos, donde reconstruyeron lo ocurrido con los uruguayos desaparecidos en Argentina.

Sobre su radicación en Buenos Aires, nos habló Cristina Calero, quien convivió con ella los primeros años.

Contamos también con los trámites de residencia que realizó Luppi Mazzone en ante la Dirección Nacional de Migraciones en 1974, donde consignó como domicilio particular, el departamento de la calle Vicente López 1933. Documento 1.

Ya destacamos que pese a haberse exiliado, las fuerzas represivas uruguayas le seguían los pasos. De eso dan cuenta también las fichas del OCOA y la ficha patronímica de la Dirección Nacional de Información e Inteligencia de Uruguay, que aparecen transcriptas en la Investigación Histórica. En ellas se reproduce, entre otras cosas, el comunicado N° 1197 del 8 de enero de 1975, emitido por la Oficina de Prensa de las Fuerzas Conjuntas, que requiere la colaboración pública para lograr su captura, y cito: “por sabérsela vinculada a una organización clandestina”. En esos mismos documentos, obran registros de su persecución hasta poco tiempo antes de su secuestro; por ejemplo, en la hoja n° 4 de la ficha patronímica figuran solicitudes de captura del FUSNA del 12 de marzo de 1977. También allí hay constancias que demuestran que las fuerzas uruguayas estaban al tanto de que ella se encontraba en Buenos Aires.  Documento 2 y Documento 3.

En su legajo CONADEP, obra una carta escrita por su padre dirigida al jefe del Estado Mayor Conjunto de Uruguay, teniente general Gregorio Álvarez, en el que le informa que a través de las gestiones que realizó en ACNUR, se enteró de que en la División Índice General de la Policía Federal Argentina figura un pedido de captura registrado según el Orden del Día N° 24678 en Montevideo, del 16 de febrero de 1975, por sabérsela vinculada a actividades sediciosas y haber pasado a la clandestinidad y que allí también constaba la orden de que, en caso de que se produjera su detención en Argentina, se le informara inmediatamente a la Dirección Nacional de Información e Inteligencia Departamento N° 3 de Uruguay. Documento 4.

El allanamiento en casa de su familia al que hicimos referencia se encuentra probado tanto por la información que surge de la Investigación Histórica, que lo fecha en 4 de diciembre de 1976 (como era su cumpleaños, pensaban que iba a estar en la casa), como también por la declaración de Cristina Calero.

Sobre las circunstancia de modo, tiempo y lugar en que ocurrió el secuestro, escuchamos en este juicio a Cristina Calero y Felicia Rita Echave.

Como complemento, también contamos con los dichos de la hoy fallecida María Luisa Eiras, que integran el expediente N° 13.147 “Luppi Devoto, Juan José s/ Privación Ilegal de la Libertad”[4], incorporado por lectura a este debate.

Contamos, a su vez, con la sentencia del trámite civil de ausencia por desaparición forzada, que también dictaminó como fecha de desaparición el día 10 de junio de 1977.

En cuanto a los interrogatorios en el CCD, Calero dijo que la interrogaron sobre las actividades de Luppi Mazzone. Echave, nos contó que escucharon los gritos de ella mientras era sometida a tortura y cómo le rogaba a sus captores que dejaran tranquilas a las otras tres mujeres. La información que al respecto fue volcada en el libro A todos ellos, que recoge los dichos de Eiras, refiriéndose a ella como “M.L.E.”, coincide con el recuerdo de Echave.

Sobre la liberación de las tres mujeres y el sugestivo comentario que les hicieron sus captores en relación a una supuesta causa que Luppi tenía en Montevideo, contamos con los dichos de María Luisa Eiras incorporados por lectura a este debate del legajo N° 13147 “Luppi Devoto, Juan José s/ Privación Ilegal de la Libertad”, ya citado.

En sus declaraciones en audiencia de debate, tanto Calero como Echave describieron detalladamente las características del lugar al que fueron llevadas junto con Eiras y Luppi Mazzone, luego de ser secuestradas. Los casos de Eiras, Calero y Luppi Mazzone forman parte de la causa “ESMA unificada” que se encuentra actualmente en juicio.

Por otra parte, Cristina Calero relató en este juicio que fue su madre quien le comunicó lo sucedido a Juan José Luppi y que luego se enteró de que vino a la Argentina a realizar todas las gestiones para dar con su hija.

Lamentablemente, como este juicio se produce treinta y siete años después de los hechos, no pudimos escuchar al único familiar vivo de Luppi Mazzone, su hermano Juan José, a quien su avanzada edad y delicado estado de salud, no le permitieron estar presente.

Sin perjuicio de ello, existen numerosos elementos de prueba que nos permitieron reconstruir el derrotero que atravesó la familia Luppi en la búsqueda de Mary.

Del expediente en el que se investigó su privación ilegítima de la libertad, se desprende que tres días después de su desaparición, su padre realizó la primera denuncia ante la comisaría 17°. Sin embargo, la policía no buscó testigos, no habló con ningún vecino, ni siquiera le consultó al encargado del edificio de Vicente López 1933 acerca de si había tomado conocimiento de lo ocurrido.

También se incorporaron al debate los expedientes en los que tramitaron los tres hábeas corpus que presentó el Sr. Luppi.

Además, la ficha patronímica acredita que la Dirección Nacional de Información e Inteligencia de Uruguay registraron todos los movimientos que el Sr. Luppi realizó en la incansable búsqueda de su hija; incluso, figura que inocentemente solicitó al Ministerio de Relaciones Exteriores de su país que interceda para dar con su paradero.

El resto de la información relativa a las gestiones que llevó a cabo su familia, y que al igual que los elementos que acabamos de mencionar, demuestran el deliberado ocultamiento de los hechos por parte de las fuerzas y organismos estatales vinculados a la represión tanto en Argentina como en Uruguay.

También la encontramos en el legajo CONADEP, que contiene copia de todas las presentaciones que realizaron, además de los documentos del National Security Archive de Estados Unidos entregados por Carlos Osorio a este debate, donde aparecen las denuncias realizadas por organizamos internacionales ante oficinas de Gobierno de los Estado Unidos, a favor de Mary Norma Luppi Mazzone.

En virtud de lo expuesto, por su privación ilegítima de la libertad acusamos a Humberto José Román Lobaiza.

 

[1] Causa n° 1282 y sus acumuladas.

[2] Presidencia de la República Oriental del Uruguay. Investigación Histórica Sobre Detenidos Desaparecidos. En Complimiento Del Artículo 4° de la Ley 15.848. Montevideo, Presidencia de la República y Dirección Nacional de Impresiones y Publicaciones Oficiales, 2007.

[3] Madres y Familiares de Uruguayos Detenidos Desaparecidos, A todos ellos. Informe de Madres y Familiares de Uruguayos Detenidos Desaparecidos. Montevideo, Uruguay, 2004.

[4] Expediente del Juzgado Nacional de Primera Instancia en lo Criminal de Instrucción nº 29, Secretaría nº 152.