Víctimas de Uruguay

Álvaro Nores Montedónico

Descripción del caso

Álvaro Nores Montedónico era uruguayo y tenía 24 años al momento de los hechos. Durante su juventud participó políticamente de la FAU, lo que motivó que fuera perseguido por las fuerzas represivas uruguayas, que a comienzos de 1973 lo detuvieron en Montevideo junto a varios de sus compañeros.

Luego de que recuperó su libertad, en razón de la creciente represión que vivía su país emigró a la República Argentina instalándose en la Ciudad de Buenos Aires. Aquí se reencontró con muchos de sus compatriotas e integró el Partido para la Victoria del Pueblo, donde se desempeñó en el grupo que manejaba la documentación y los datos de los miembros del partido.

Entre esas personas se encontraba su hermana Pilar, quien, recordemos, fue secuestrada en junio en Buenos Aires y para septiembre de 1976 estaba cautiva en un CCD en Uruguay.

Tal como explicamos, en este juicio se acreditó que el 2 de octubre de ese mismo año, en un bar ubicado en la avenida Cabildo de la Capital Federal, a donde había concurrido para tener un encuentro con Juan Pablo Recagno, Álvaro Nores fue secuestrado por un grupo de aproximadamente 12 personas fuertemente armadas que iban vestidas de civil.

El grupo que lo capturó estaba integrado por miembros de la Policía Federal Argentina, agentes del grupo de tareas de la OT 18 de la SIDE y por al menos tres integrantes del Ejército Uruguayo.

Para lograr su captura, los agentes utilizaron a su compañero Juan Pablo Recagno, que había sido secuestrado el día anterior. Lo condujeron al punto de encuentro preestablecido y una vez que Nores se presentó en el lugar, lo detuvieron y se los llevaron juntos al CCD “Automotores Orletti”.

Durante su cautiverio, Álvaro Nores permaneció alojado en condiciones inhumanas de detención y fue sometido a brutales tormentos. En una oportunidad, lo llevaron a una sala donde lo desnudaron y lo colgaron de una polea con las manos hacia atrás. Asimismo, mientras los agentes uruguayos lo interrogaban por su participación en el PVP, para sacarle información, los argentinos le aplicaron descargas eléctricas y le quemaron una pierna con agua hirviendo.

Los tres días que permaneció en Orletti, Nores estuvo la mayor parte del tiempo esposado y encapuchado. Además, debió padecer constantes golpes y amenazas por parte de los miembros que operaban en el CCD.

El 5 de octubre de ese año, en horas de la noche, fue trasladado en un vuelo comercial de la aerolínea “Pluna” hacia el aeropuerto de Carrasco. Al aterrizar, lo condujeron hacia el CCD del SID ubicado en la calle Boulevard Artigas en Montevideo, donde se reencontró con su hermana María del Pilar y con los otros miembros del PVP que también habían sido llevados a ese lugar.

Finalmente, en diciembre de 1976 fue liberado, y en noviembre del año siguiente se refugió en Canadá donde permaneció hasta sus últimos días de vida.

 

Prueba

Los hechos antes descriptos se encuentran acreditados por diversas pruebas producidas e incorporadas al presente debate.

En primer lugar, la declaración de la hermana de la víctima, María del Pilar Nores Montedónico, da cuenta de la persecución de Álvaro en Uruguay donde fue detenido en el año 1973.

En ese sentido, podemos mencionar el listado titulado “Relación de requeridos del OPR 33” que se encuentra dentro del Rollo 143 del Archivo del Terror. En ese listado figura el nombre de Álvaro Nores, su alias, el grupo al que pertenecía dentro de la organización y con quienes trabajaba. Este documento, previo a los hechos, no sólo demuestra el interés en su captura; y acredita, además, el intercambio de información existente entre las distintas agencias represivas del cono sur en el marco de la denominada “la lucha contra la subversión”. Documento 1.

Por otro lado, las declaraciones de Álvaro Nores efectuadas durante los juicios de las causas “Plan Sistemático” y “Automotores Orletti”[1] y que fueron incorporadas a este debate, nos aportan precisiones acerca de su exilio en Buenos Aires y de su participación en el PVP.

Asimismo, en esas declaraciones Nores describió las circunstancias de su secuestro y dio detalles de los agentes argentinos y uruguayos que participaron en el operativo y en el traslado hasta el CCD “Automotores Orletti”.

También recordó la presencia de Juan Pablo Recagno Ibarburu durante el operativo, respecto de lo cual, para evitar reiteraciones, nos remitimos a lo expuesto con anterioridad.

Cabe mencionar que las afirmaciones de Álvaro Nores en este punto resultaron coincidentes con su legajo CONADEP n° 56 y con el legajo COMIPAZ nro. 154 correspondiente a Juan Pablo Recagno, de donde también surgen los hechos que padecieron las dos víctimas ese 2 de octubre de 1976.

Nores también dio detalles sobre las torturas y las condiciones inhumanas que sufrió en Orletti, que son las mismas que les aplicaron a todos los cautivos en ese lugar y que ya especificamos. Describió la sesión de tortura en la que permaneció colgado con las manos hacia atrás mientras lo interrogaban y le aplicaban descargas eléctricas. Dijo que en un momento dado, le aplicaron la picana en el estómago, lo cual lo hizo defecar; y que luego le soltaron la polea, haciendo que caiga sobre su propio excremento.

Asimismo, afirmó que dentro del CCD actuaban conjuntamente argentinos y uruguayos, los que asimismo actuaron de manera coordinada para su traslado a Uruguay. Entre los agentes uruguayos, identificó a Cordero, Gavazzo, Arab y Maurente, a quienes refirió haber visto con posterioridad en la dependencia del SID en Uruguay.

Asimismo, dijo que mientras estaba prisionero en ese CCD en Montevideo, también advirtió la presencia de algunos de los agentes argentinos que actuaban en Orletti.

Esta circunstancia, de la que hablaron diversos sobrevivientes de Orletti, sumada a la presencia de miembros del Ejército uruguayo en ese CCD y en los secuestros llevados a cabo en Argentina, deja en evidencia la habitualidad, la permanencia y la prolongación en el tiempo de la coordinación entre ambas estructuras represivas.

Sobre el traslado clandestino desde Buenos Aires a Uruguay, además de la víctima, también nos hablaron Álvaro Rico y María de Pilar Nores. Ésta última especificó que, mientras estaba cautiva en el SID, le pidió al mayor Gavazzo que hiciera todo lo posible para traer a su hermano desde Argentina. Recordó que una vez que Álvaro llegó a ese CCD, estuvieron alojados en el mismo lugar junto a Laura Anzalone y Félix Díaz.

Coincidieron con los dichos vertidos por Pilar Nores, los testigos Macarena Gelman, Raúl Altuna Facal, Alicia Raquel Cadenas Ravela y Ana Inés Quadros, quienes también manifestaron haber visto a Álvaro Nores en la sede del SID en Boulevard Artigas.

Lo mismo fue mencionado por Julio César Barboza Pla, quien como ya explicamos se desempeñó como guardia en ese CCD de Montevideo. Barboza Pla recordó que Álvaro Nores fue uno de los ciudadanos uruguayos que allí se encontraba detenido y que había sido trasladado desde la República Argentina.

Finalmente, se conecta con esos testimonios el documento aportado por el NSA, a través del cual el ACNUR le transmite a la Embajada de Estados Unidos una lista de ciudadanos uruguayos desaparecidos en Buenos Aires en el año 1976 y luego reaparecidos en su país de origen. Entre los nombres allí mencionados, figura el de Álvaro Nores Montedónico. Documento 2.

Por último, no podemos dejar de mencionar que, en el debate celebrado en el marco de la causa n°1627[2], este mismo Tribunal tuvo por probado el secuestro de Álvaro Nores Montedónico, en las circunstancias de tiempo y lugar aquí descriptas, así como su cautiverio en el CCD Automotores Orletti, los tormentos y las condiciones inhumanas de vida a las que fue sometido en ese lugar. Para llegar a esa conclusión se valoraron tanto los testimonios a los que hicimos referencia como la prueba documental mencionada. Por esos hechos fueron condenados Honorio Martínez Ruíz y Eduardo Alfredo Ruffo, condenas que han quedado firmes.

Además, queremos destacar que tal como expusimos, en estos hechos se verificó la actuación conjunta de fuerzas represivas argentinas y uruguayas, lo que constituye a su vez, una clara prueba de la coordinación regional ejecutada en el marco de la denominada “Operación Cóndor”.

Por la privación ilegítima de la libertad y las torturas a las que fue sometido Álvaro Nores, formulamos acusación contra Miguel Ángel Furci.

 

[1] Causa n° 1351 “FRANCO, Rubén O. y otros s/sustracción de menores de diez años” (conocida como “Plan Sistemático”), del Tribunal Oral en lo Criminal Federal n° 6 de la Ciudad de Buenos Aires, sentencia del 17 de septiembre de 2012 y Causa n°1627 “Guillamondegui Néstor Horacio y otros s/privación ilegal de la libertad agravada, imposición de tormentos y homicidio calificado” (conocida como “Automotores Orletti”) del Tribunal Oral en lo Criminal Federal N° 1 de la Ciudad de Buenos Aires, sentencia del 31 de mayo de 2011.

[2] Causa n°1627, ya citada, “Guillamondegui Néstor Horacio y otros s/privación ilegal de la libertad agravada, imposición de tormentos y homicidio calificado” (conocida como “Automotores Orletti”) del Tribunal Oral en lo Criminal Federal N° 1 de la Ciudad de Buenos Aires, sentencia del 31 de mayo de 2011.