Víctimas de Uruguay

Ana María Salvo Sánchez

Descripción del caso

Nos referiremos a lo acontecido a Ana María Salvo Sánchez, uruguaya. Al momento de los hechos tenía 21 años de edad. En su país había participado activamente en la organización estudiantil ROE. Ocurrido el golpe de Estado fue detenida, interrogada y torturada por personal de fuerzas conjuntas uruguayas. Entre ellos se encontraba el imputado Manuel Cordero Piacentini.

Si bien fue liberada, posteriormente se requirió públicamente su captura, por lo que en abril de 1974 se exilió a la Argentina junto con su esposo Darío Espiga.

En Argentina se vinculó a miembros del PVP, incluso su propio hermano, Ernesto, era miembro de la organización.

Es en este contexto que, el 14 de julio de 1976, luego de ocurriera el secuestro de Alicia Cadenas Ravela, en ese mismo domicilio ubicado, como dijimos, en la calle Humberto Primo de esta ciudad, también fue capturada Ana María Salvo Sánchez. El hecho ocurrió alrededor de las 15:00 horas y también la subieron al departamento donde vio que estaba todo destrozado.

Al igual que Cadenas, de allí fue trasladada a “Automotores Orletti”, donde la sometieron a las condiciones inhumanas de vida a las que eran sometidos todos los cautivos en ese lugar y que para evitar repeticiones hemos descripto en casos anteriores.

Durante ese período, sus familiares realizaron gestiones en procura de conocer sobre su paradero, pero todas las respuestas fueron negativas por parte del Estado.

El 24 de julio de 1976 fue trasladada junto con sus compatriotas en el denominado "primer vuelo" que aterrizó en el aeropuerto de Carrasco. En Uruguay continuó su cautiverio en la casa de Punta Gorda y luego en la sede del SID de Boulevard Artigas y Palmar. Su privación de la libertad fue también “blanqueada”, mediante el operativo simulado por sus captores a fines de octubre de ese año. A partir de ese momento fue alojada en el Penal del Punta de Rieles donde permaneció durante un año y medio más.

 

Prueba

En cuanto a la prueba, se incorporó el testimonio de Ana María Salvo Sánchez brindado en el juicio  de la causa n° 1627. En aquélla oportunidad se refirió a su actividad política en Uruguay y a su persecución  y  exilio en Buenos Aires. Sobre su secuestro, dijo que tuvo lugar el 14 de julio de 1976, cuando se presentó en casa de su hermano y tocó timbre. Él no estaba allí y en su lugar  le abrieron la puerta del edificio dos personas que a su entender eran argentinas. Ellos la obligaron a subir hasta la vivienda donde la interrogaron sobre quién era y qué hacía. Allí observó que la vivienda había sido saqueada, ya que sólo había una mesa y un par de sillas. Transcurrido un tiempo, otro grupo de personas se presentó en el departamento y la retiró del lugar. La subieron a un vehículo y luego de andar algunas cuadras, la encapucharon.

A este debate también se incorporó la declaración prestada en juicio por Ernesto Salvo Sánchez, oportunidad en la cual confirmó su vínculo con el PVP y se refirió al conocimiento que tomó sobre las circunstancias en que se produjo el secuestro de su hermana. Recordó que su hermana no regresó a su casa, lo que le dio la pauta de que algo le había sucedido.

Respecto de su llegada a Orletti, Ana Salvo declaró que cuando la ingresaron al lugar, la llevaron hacia el piso superior, donde fue interrogada por personas de nacionalidad uruguaya. Esas personas le dijeron que sabían que ella no tenía participación política, y la interrogaron por el paradero de su hermano Ernesto Salvo y otras personas del PVP que ella conocía. Entre esas personas uruguayas, se encontraban José Nino Gavazzo y cómo dijimos, Manuel Cordero Piacentini, a quiénes ya conocía de los interrogatorios en Uruguay.

Sobre las condiciones en las que ella y los demás cautivos estaban en Orletti, describió, entre otras cosas,  los captores utilizaban la negativa a acceder a un baño como otro método de tortura. En el mismo sentido, se refirió a la escasa o nula alimentación y al episodio que también fue mencionado por otros sobrevivientes, en el que les dieron de comer sobras a las que les habían agregado basura.

Sus dichos fueron corroborados por las declaraciones de Sara Méndez, Ana  Quadros, Eduardo Deán Bermúdez, Margarita Michellini, Raúl Altuna, Edelweiss Zahn, María Elba Rama Molla, Ariel Soto Loureiro, Alicia Cadenas, Víctor Lubián, María Soliño, Cecilia Gayoso, Raquel Nogueira y Asilú Maceiro, quienes afirmaron haber compartido cautiverio con ella en Automotores Orletti.

Sobre las características que rodearon el traslado hacia el aeropuerto, Ana María Salvo coincidió con lo que relataron el resto de los sobrevivientes de ese hecho.

A los testimonios mencionados, se suman como prueba el Legajo CONADEP N° 3.105, correspondiente a Ana María Salvo, y el expediente de habeas corpus[1] iniciado el 19 de julio de 1976 en su favor.

También, corresponde mencionar la participación de Ana María Salvo en la inspección ocular de fs. 2228/2231 de la causa n° 2.637 realizada en el predio de la calle Venancio Flores el 5 de julio de 2006, en la cual ella reconoció ese lugar como aquél en el que  había transcurrido su cautiverio. Documento 1.

Finalmente, se encuentran agregados a la causa dos documentos aportados por el NSA. En primer lugar, obra el documento fechado el 31 de octubre de 1978[2], en el que Amnistía Internacional expone los casos de 14 reclusas, entre las que se encuentra Ana María Salvo Sánchez. Sobre ella se refiere que fue secuestrada el 14 de julio 1976 en Buenos Aires por fuerzas uruguayas y argentinas, y que para el 29 de noviembre 1976, estaba encarcelada en el penal de Punta de Rieles, en Uruguay.  Documento 2.

En segundo lugar, su nombre también aparece en el documento titulado "Lista alfabética de personas reportadas como vistas en centros clandestinos de detención", en las páginas 254 y 255 donde también se refiere que fue “detenida” el 14 de julio de 1976 en la casa de su hermano –Ernesto Salvo-, y “maltratada” en un centro de detención dirigido por personal de seguridad argentino y uruguayo llamado “El Jardín” o “Automotores Orletti”, y se da la dirección del lugar.  También se refiere que fue trasladada a Uruguay el 24 de julio de 1976.

Al igual que lo hemos hecho en otros casos, queremos destacar que lo que hemos descripto, y consideramos probado que le sucedió a Ana María Salvo Sánchez, a su vez constituye prueba de la existencia y operatividad de la asociación ilícita Operación o Plan Cóndor.

Por último, debemos mencionar que su secuestro y el sometimiento a tormentos se tuvieron por probados en la sentencia de este tribunal correspondiente al juicio de la causa N° 1627 en el que resultaron condenados Guglielminetti, Ruffo y Martínez Ruíz.

En este juicio, por la privación ilegítima de la libertad y los tormentos a los que fue sometida Ana María Salvo Sánchez acusamos a Miguel Ángel Furci.

 

[1] causas nº 7.455 que tramitó ante el Juzgado Federal N° 3.

[2] 0000AB5F.pdf.