Víctimas de Uruguay

Margarita Michelini Delle Piane y Raúl Altuna Facal

Descripción del caso

Margarita Michelini Delle Piane y Raúl Altuna Facal era una pareja de jóvenes uruguayos que en su país participaban de la ROE, por lo que al igual que muchos otros, fueron perseguidos y es por eso que emigraron a la Argentina. A nuestro país llegaron en mayo de 1975 junto a su pequeño hijo Pedro. Realizaron los trámites para la residencia temporaria y continuaron participando políticamente para su país en el PVP.

Sin embargo, a consecuencia de la coordinación represiva establecida por nuestro país con el resto de los países de la región en el marco de la Operación o Plan Cóndor, aquí también fueron perseguidos.

Como ya mencionamos, el 18 de mayo de 1976, el padre de Margarita Michelini, Zelmar Michelini, fue secuestrado en el hotel Liberty del Centro porteño. Su cuerpo acribillado apareció en un automóvil en el cruce de la Autopista Dellepiane y Ricchieri.

Un mes más tarde, mientras el matrimonio Michelini-Altuna Facal hacía trámites para refugiarse con ayuda del ACNUR, las fuerzas represivas uruguayas que actuaban coordinadamente con las fuerzas de nuestro país, comenzaron a seguirlos de cerca.

En este debate se probó que en el marco de la primera oleada represiva contra el PVP, la pareja fue secuestrada el 13 de julio de 1976, en horas de la madrugada, en su domicilio de la calle French 443 de Villa Martelli, Provincia de Buenos Aires. El domicilio estaba ubicado dentro del Área Militar 450, cuyo Jefe en ese momento Raúl César Corletti, quien a su vez, respondía a las órdenes del Comandante de Institutos Militares, Santiago Omar Riveros.

 En el hecho intervino el grupo de represores argentinos que actuaba con base en Automotores Orletti, en conjunto con los oficiales uruguayos al mando de José Nino Gavazzo. Iban armados y vestidos de civil. En ese contexto, además, les sustrajeron sus objetos de valor y el dinero que tenían para refugiarse en el exterior. Posteriormente, los subieron a un auto y los trasladaron a “Automotores Orletti”. Afortunadamente, y ante los ruegos de las víctimas, los captores accedieron a entregar a su hijo a una vecina.

Se acreditó en el debate que dentro del CCD a Margarita Michelini la torturaron con el método conocido como “el plantón” y también la colgaron de un gancho con las manos atadas, mientras le aplicaban descargas eléctricas por todo el cuerpo. Su marido, Raúl Altuna Facal, fue sometido a golpes, a descargas eléctricas mediante la utilización de un bastón y también padeció un simulacro de fusilamiento. Se probó, también, que mientras estuvieron privados de su libertad en Orletti, fueron sometidos a las condiciones inhumanas de vida que ya describimos.

Entre los sucesos traumáticos que padecieron, fueron obligados a presenciar el asesinato de Carlos Santucho, al que ya nos referiremos, contexto en el cual Altuna Facal identificó al agente de la SIDE Miguel Ángel Furci.

Luego de sus secuestros, sus familiares, hicieron múltiples averiguaciones para dar con su paradero y también para encontrar a Pedro, dado que desconocían en manos de quien había quedado. Sin embargo, el Estado argentino, como en todos los casos, dijo que no tenía información sobre el matrimonio y su hijo.

Transcurridos once días desde su secuestro, fueron trasladados a Uruguay en el mismo vuelo clandestino en el que llevaron a la mayoría de sus compañeros secuestrados en ese período. Al igual que los demás, en su país continuaron privados ilegalmente de su libertad en distintos centros de detención. Y en octubre de ese año fueron incluidos en la puesta en escena del balneario de Shangrilá, armada por los represores uruguayos para blanquearlos y procesarlos.

Luego de 4 años recluidos, en mayo de 1981 recuperaron su libertad.

Prueba

Los hechos descriptos se encuentran acreditados, en primer lugar, a través de los dichos de Raúl Altuna Facal, quien declaró tanto en este debate como en el de Orletti, y los de Margarita Michelini Delle Piane, que fueron incorporados.

Durante sus declaraciones, las víctimas se explayaron acerca de su participación política en la ROE. Asimismo, explicaron que llegaron a Argentina en el año 1975, en razón del temor producido por la persecución desatada en Uruguay a los opositores políticos. Ambos afirmaron haber integrado el PVP en Argentina, lo que coincide con los dichos de sus compañeros Ricardo Gil Iribarne y Cristina Mihura durante el debate. En particular, Mihura recordó un encuentro con Michelini en la calle, en el que ambas fingieron no conocerse.

Raúl Altuna, por otra parte, aludió a la trayectoria de Zelmar Michelini en Uruguay, a las actividades que desarrollaba desde Argentina para ayudar a sus conciudadanos y a los hechos ocurridos entre el 18 y el 20 de mayo de 1976.

Asimismo, recordó que unos días antes de su propio secuestro, vio una camioneta cerca de su casa. En esa camioneta estaba José Nino Gavazzo. En el momento no le dio importancia porque no alcanzó a reconocerlo, pero los hechos que sucedieron posteriormente le permitieron concluir que efectivamente era él y que lo venían siguiendo.

Tanto Altuna como Margarita Michellini coincidieron en su descripción de las circunstancias de modo, tiempo y lugar en el que ocurrió su secuestro, el que contó con la actuación conjunta de argentinos y uruguayos que forzaron la puerta e ingresaron a su domicilio.

Además, sus dichos fueron corroborados por el testimonio del investigador uruguayo Álvaro Rico, el de Rubén Prieto Benencio y por la declaración incorporada de Rafael, hermano de Margarita, quien además de dar detalles del secuestro, se explayó acerca de la situación familiar posterior al asesinato de su padre, y al secuestro de su hermana. Agregó que luego de múltiples gestiones, su madre logró recuperar a su nieto Pedro.

Acerca del cautiverio en Automotores Orletti, las dos víctimas dieron cuenta de los métodos de tortura a los que fueron sometidos y las condiciones inhumanas de vida en las que permanecieron detenidos dentro de ese CCD, donde aseguraron que se percibía un ambiente extremadamente violento.

Margarita Michelini recordó que en ese lugar los tormentos y los interrogatorios los llevaban a cabo personas de nacionalidad argentina y uruguaya, indistintamente. También contó que en una oportunidad, los represores la llevaron en ropa interior ante la presencia de Gerardo Gatti, quien yacía tendido en un catre en un estado de salud deplorable. Recordó la sensación de vergüenza que sintió en ese momento al ser obligada a presentarse de ese modo ante su compañero.

Raúl Altuna, por su parte, recalcó el dolor que sintió al ver a su esposa tendida desnuda, y el flagelo mientras era torturada. También describió en detalle las circunstancias que rodearon el asesinato de Carlos Santucho, en las que identificó a Miguel Ángel Furci, sobre lo cual ampliaremos luego.

 Asimismo, en el marco del debate escuchamos los testimonios de Marta Casal del Rey, Álvaro Rico y Enrique Rodríguez Larreta Martínez, quienes dieron cuenta de la permanencia de Margarita Michelini en Orletti.

Del mismo modo, tanto Larreta, como Alicia Cadenas hablaron del cautiverio de Altuna Facal en ese mismo CCD y recordaron que Altuna presenció, junto a ellos, el momento del asesinato de Carlos Santucho.

María del Pilar Nores Montedónico, agregó que durante su cautiverio Manuel Cordero le manifestó que habían sido capturados Michelini y Altuna, a los que luego vio dentro de Orletti.

También se refirieron a su cautiverio en ese lugar al menos diecinueve testigos: Sara Rita Méndez, Ana Inés Quadros, Eduardo Deán Bermúdez, Edelweiss Zahn, Sergio López Burgos, José Félix Díaz, Laura Anzalone, María Elba Rama, Ariel Soto Loureiro, Ana María Salvo, Gastón Zina, Víctor Hugo Lubián, Marta Petrides, Jorge Raúl González Cardozo, Raquel Nogueira, Enrique Rodríguez Larreta Piera, Cecilia Irene Gayoso, María Mónica Soliño y Asilú Maceiro quienes permanecieron prisioneros junto con ellos.   Asimismo, Ricardo Gil Iribarne mencionó que tomó conocimiento con posterioridad de ese cautiverio.

Acerca de las averiguaciones realizadas por la familia, contamos con el legajo de la Comisión Provincial por la Memoria en relación a Raúl Altuna Facal, en donde figura que consultada la DIPBA por antecedentes de Altuna y de su esposa en agosto de 1976, se obtuvo resultado negativo. Documento 1.

Michelini y Altuna dieron cuenta a su vez, del procedimiento en el que fueron trasladados a la República Oriental del Uruguay en un vuelo de la línea aérea “Pluna”; y dijeron que, luego del vuelo, permanecieron clandestinamente detenidos en su país hasta que, a través de un procedimiento ilegal, esto es, el operativo simulado de Shangrilá, los represores regularizaron su situación y los trasladaron a distintos penales, hasta el año 1981 en que recuperaron su libertad.

En este sentido, Ricardo Gil Iribarne y Francisco Javier Peralta recordaron en sus declaraciones que estuvieron en prisión con Raúl Altuna en Uruguay, luego de su secuestro en Buenos Aires. Asimismo, tanto Laura Anzalone como María Juana Silveyra Gramont, aseguraron haber compartido cautiverio con Margarita Michelini luego de su traslado a Uruguay en el año 76.

A su vez, coincide con el relato de las víctimas el documento aportado por el NSA, que contiene una lista de nombres de uruguayos desaparecidos en nuestro país y posteriormente reaparecidos en el Uruguay en el año 1976. Particularmente, en relación al presente caso, se menciona que Michellini y Altuna desaparecieron el 13 de julio de 1976 en Buenos Aires y que posteriormente aparecieron detenidos en el Uruguay. Documento 2.

Acreditan también los hechos antes descriptos, la causa “Rodríguez Larreta Piera, Enrique s/su querella”, y los legajos CONADEP n° 3.891 y 2.537, donde los damnificados relataron las circunstancias que vivieron durante su cautiverio.

Finalmente, queremos resaltar que en la sentencia de la causa n°1627, y al igual que ocurrió en la mayoría de los casos de esta primera oleada represiva contra el PVP, este mismo Tribunal tuvo por probado el secuestro de Margarita Michelini Delle Piane y Raúl Altuna Facal en las circunstancias de modo tiempo y lugar aquí descriptas, así como el cautiverio, los tormentos y las condiciones inhumanas de detención que padecieron en Automotores Orletti. Por esos hechos fueron condenados Raúl Antonio Guglielminetti, Honorio Martínez Ruíz y Eduardo Alfredo Ruffo, condenas que han quedado firmes.

Además, debemos destacar, que se ha acreditado que los hechos de los que fueron víctimas Margarita Michelini y Raúl Altuna también respondieron a la coordinación regional ejecutada en el marco de la Operación Cóndor. En este sentido, además, constituyen prueba de la operatividad de la asociación ilícita que es objeto de este debate. Por su privación ilegítima de la libertad y las torturas a las que fueron sometidos, acusamos a Miguel Ángel Furci.